"Este viaje tuvo sus sinsabores porque junto a nosotros estaba el grupo Surimana, quienes no tocaron por el desorden que generaron los funcionarios que tenían olores pestilentes por el alcohol que ingirieron. El director de Cultura, Edgar Vargas; el Secretario General de la alcaldía, Celier Quispe; el chofer del Alcalde, Jorge Guizada y el funcionario Félix Crespo estaban en estado de ebriedad la mañana que llegamos, y el tufo que tenían molestó a toda la gente que vino al lanzamiento", denunció la autoridad.
Fernández junto a la concejala Patricia Pozo conforman la Comisión de Cultura del Concejo Municipal de Quillacollo, pero tras denunciar este hecho fueron vetadas de asistir a otros viajes "como forma de castigo" por parte del Alcalde Charles Becerra Sejas y la directiva del Órgano Legislativo.
"Por denunciar estos hechos y como represalia se han opuesto llevar a otros concejales a otros viajes como al de Salta porque el alcalde ha hecho la invitación exclusivamente a los concejales Víctor Osinaga y Johana Tordoya, obviando a la comisión de cultura. Tal vez sea porque el alcalde no tiene confianza y amistad con nosotros y por eso nos discriminó", agregó.
Entre lo positivo de este viaje, Fernández ponderó la calurosa recepción de la población de Santa Cruz y el concejal Romer Ponce quien ayudó en esta difusión de la fiesta de la Virgen de Urkupiña.
"Se ha llevado material para promocionar el milagro de la Virgen a favor de todos los hermanos orientales, incluso se ha entregado algunas piezas de roca del Calvario", indicó destacando el lado positivo de este viaje de promoción y de placer para otros.
El Tunari
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