Cada ‘butaca’ para el público puede costar entre Bs 10 y
100, de acuerdo con la ubicación, el horario y la zona donde se hayan
instalado las graderías que estarán, el sábado, a lo largo del recorrido
de la entrada del Gran Poder. Los cálculos son referenciales y se han
hecho en función de los registros del pasado año. “Influye mucho la
oferta y la demanda entre el cliente y quien alquila el espacio.
Sabemos que los precios más altos se presentan alrededor del mediodía, y
a la altura de la Mariscal Santa Cruz y Camacho. Todo lo demás depende
de las partes involucradas”, explicó ayer Andrés Zaratti, director de
Promoción Cultural de la Alcaldía.
La entrada
comenzará pasadas las 06.30 del sábado en la zona de Chijini; recorrerá
11 kilómetros hasta llegar al parque Roosevelt, a la altura de la unión
de las avenidas Camacho y Simón Bolívar, entre el centro paceño y
Miraflores.
La Alcaldía ha previsto la instalación de
graderías a lo largo del desfile y, según Zaratti, se hará un control
de la seguridad de estas instalaciones. “Estamos organizando un
operativo en el que participarán la Policía Nacional, incluyendo la
Unidad de Bomberos, las diferentes ramas de la Guardia Municipal y los
funcionarios de la Alcaldía para garantizar la seguridad de los
espectadores y bailarines”, adelantó. Una de las primeras acciones será
verificar la construcción de las graderías y su estabilidad. Estos
espacios serán levantados por diferentes federaciones, las cuales ya
hicieron sus trámites ante el ayuntamiento. Los inquilinos de estos
espacios pagan patentes de Bs 8 por metro cuadrado de gradería de
‘butacas’.
Durante el día de la entrada, la Guardia
Municipal y la Unidad de Mercados de la Alcaldía realizarán chequeos
para verificar la calidad de la comida de las viandera autorizadas. El
funcionario edil indicó que las vendedoras de comida portarán carnets de
identificación.
Paralelamente a estos registros, la
Guardia Municipal de Tránsito y el Batallón de Tránsito de la Policía se
encargarán de ordenar el tráfico en las calles no bloqueadas cercanas a
la entrada y de vigilar que los transeúntes puedan pasar por el centro
paceño sin perjudicar el desarrollo de la festividad. Los oficiales
policiales y municipales también se encargarán del control del consumo
de bebidas alcohólicas, tarea que también recae en las fraternidades y
la Asociación de Conjuntos Folklóricos.
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