Dicha norma aprobada el año 2010, tiene el objetivo de reducir los elevados índices de consumo de bebidas alcohólicas a lo largo de los 4,5 kilómetros que tiene el recorrido la Entrada folklórica.
Asimismo, busca evitar escándalos y actos bochornosos que protagonizan los espectadores en estado de ebriedad, perjudicando el normal desarrollo de la "peregrinación hecha danza" donde participan más de 15 mil bailarines.
Las concejalas Carla Lorena Pinto, Mónica Alvis, Cinthia Fernández y Patricia Pozo, confirmaron a los medios de comunicación que la ordenanza municipal que prohíbe la ingesta de alcohol a 100 metros del recorrido de la Entrada folklórica está vigente para los días 14 y 15 de agosto.
También informaron que la norma regula la venta y consumo de bebidas alcohólicas a lo largo de la peregrinación al Calvario de Urkupiña, que se realiza la madrugada del 16 de agosto, en jurisdicciones de los municipios de Cercado, Colcapirhua y Quillacollo.
"Todos los miembros del Concejo Municipal de Quillacollo somos conscientes de los alcances de esa ordenanza que se aprobó en 2010 a solicitud de la Iglesia Católica y otras organizaciones sociales para hacer de Urkupiña una fiesta espiritual, libre de excesos en el consumo de alcohol. La norma prohíbe la venta e ingesta de bebidas alcohólicas a 100 metros de la ruta de la Entrada para evitar escándalos que afectaron y pueden afectar la buena imagen de la fiesta de Urkupiña", dijo la concejala Carla Lorena.
Las autoridades puntualizaron que la principal preocupación para la vigencia de la ordenanza, es precautelar la integridad y seguridad de los jóvenes que son los que más consumen alcohol para luego provocar actos bochornosos, que impiden el normal desplazamiento y demostración de los bailarines.
Las concejalas Pinto, Alvis, Fernández y Pozo, también se refirieron a la vigencia de una ordenanza aprobada en 1992, que declara a la Plaza Principal de Quillacollo, donde está el Santuario de Urkupiña, como "área de recogimiento espiritual".
Recordaron que dicha normativa prohíbe el asentamiento de comerciantes y todo tipo de negocios en dicha plaza, incluso el alquiler de sillas durante la solemne misa de fiesta del 15 de agosto con presencia de autoridades departamentales y nacionales.
Las autoridades rememoraron que la declaratoria de área de recogimiento espiritual se aprobó por solicitud de la Parroquia de Quillacollo para evitar que dicha plaza se convierta en un gran mercado de comidas y bebidas alcohólicas durante los días de fiesta.
"El alcalde Charles Becerra tiene la obligación de hacer cumplir estas dos ordenanzas con la ayuda de los efectivos policiales y municipales, para mostrar una nueva imagen de la fiesta de Urkupiña, más espiritual y devocional. No hacerlo le valdrá procesos por incumplimiento de deberes porque está en juego el futuro de la fiesta más grande del país y a la que acuden más de un millón de fieles y turistas", finalizaron.
Los Tiempos
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