El paso de los bailarines es antecedido por una pequeña procesión con la imagen de la Virgen de Urkupiña presidida por las principales autoridades eclesiásticas y seguida por el alcalde de Quillacollo, Charles Becerra, y los concejales regionales.
El cortejo es seguido por los tradicionales pasantes de la fiesta, quienes son los encargados de organizar y ejecutar misas y fiestas de homenaje.
Los bailarines y músicos recorrerán tres kilómetros de las principales calles y avenidas desde la avenida Martín Cárdenas hasta la plaza 15 de Agosto para llegar al Templo de San Ildefonso y pasar de rodillas frente la imagen de la Virgen de Urkupiña.
En su mayoría, cada uno cumplirá una promesa de danzar tres años consecutivos para pedir que se transforme en realidad un sueño o dar gracias por un favor concedido.
"Hoy Quillacollo se viste de gala porque tenemos comenzada la Fiesta de la Integración Nacional y esperamos que los visitantes, nuestros bailarines, nuestros ciudadanos puedan disfrutar de este desfile de devoción, de fe y religiosidad", dijo el alcalde de Quillacollo.
Los visitantes están en un ritmo intenso en la compra de graderías cuyo precio está entre los 200 y 60 bolivianos y su estadía recurrirá entre una "Ley seca" que prohíbe el consumo de bebidas alcohólicos a 100 metros de la entrada folklórica, la presencia de miles de comerciantes y una ambiente festivo y religioso en cada vía del municipio de Quillacollo.
ABI
El Deber
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.