“Tienen preferencia las mujeres embarazadas, ancianos, personas con discapacidad y niños, pero cualquier persona que necesite un baño está en su derecho de utilizar uno”, señaló el director de Promoción Cultural de la Alcaldía, Andrés Zaratti.
El funcionario no especificó de cuánto sería la multa, aunque informó que los guardias municipales y de transporte, además de otros funcionarios ediles se encargarán de hacer cumplir ésta y otras disposiciones incluidas en la ordenanza municipal presentada ayer, que autoriza y norma la realización de la entrada.
La norma prohíbe el consumo de bebidas alcohólicas. La Asociación de Conjuntos Folklóricos del Gran Poder colaborará en esta tarea en el caso de los bailarines.
Zaratti señaló que la normativa incluye el control en el uso de plumas y pieles de animales en peligro de extinción en los trajes de los bailarines.
“El control será realizado por personal del Viceministerio de Medio Ambiente, en coordinación con la Dirección de Calidad Ambiental”, añadió.
El intendente municipal, Mauricio Ruiz, informó que 100 funcionarios controlarán la higiene de los puestos de venta.
“En cumplimiento de la ordenanza se evitará la venta de bebidas alcohólicas en el Parque Urbano Central. Se trabajará con la Dirección de Seguridad Ciudadana para que los bares y cantinas cumplan sus horarios y ofrezcan productos garantizados”, manifestó.
3.000 efectivos
El comandante de la Guardia Municipal, Miguel Zambrana, señaló que en total serán destinadas 3.000 personas, entre policías, guardias municipales, personal de emergencias y de la Oficialía Mayor de Culturas.
“El personal desplegado se encargará de mantener el orden y evitar el expendio de bebidas alcohólicas en el inicio y el final del recorrido”, señaló Zambrana.
A estos efectivos se sumará personal de la Dirección de Mantenimiento, que realizarán la limpieza de las vías al concluir la entrada folklórica.
Página Siete
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