Los folkloristas pertenecen a quince fraternidades, los más pequeños no superan los tres años y su entusiasmo es mayor a cualquier fatiga por la vestimenta que llevan. La mayoría de ellos son familiares de fraternos de la Entrada Folklórica que se lleva a cabo a mediados de año. Como los adultos, hacen ensayos permanentes de modo que su paso por el centro paceño se haga vistoso.
Cada año la Entrada Infantil crece en número de bailarines, varones y mujeres por igual, llegando a la fecha a unos 1.200 pequeños fraternos; la coreografía experimenta leves variaciones y la vestimenta es similar a la de adultos.
El evento nació con la finalidad de incentivar en ellos el folklore a través de la danza y celebrar el Día del Niño, por ello “se programa en un domingo cercano al 12 de abril”, dijo el presidente de la Asociación de Conjuntos Folklóricos, Fernando Valencia, quien adelantó que toda la organización logística fue coordinada con la Oficialía Mayor de Culturas.
Informó asimismo que la Entrada es competitiva, aunque los premios son “sumamente simbólicos”, pesa más las ganas de demostrar sus habilidades y gracia para el baile. Todos se mueven de acuerdo a una convocatoria que exige disciplina en el despliegue por la arteria pública, vestimenta, coreografía, organización interna y otros.
El Diario
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